Nogués (que llegaría a ser autor teatral), estudió Derecho y cursó el notariado en su ciudad natal trasladándose luego a Madrid.
Como otros bibliotecarios reales, obtuvo la Orden de Carlos III.
En marzo de 1893 dejó la dirección de la Real Biblioteca el bibliotecario mayor, Manuel Remón Zarco del Valle y como llevaba en el servicio desde 1869 y era bibliotecario primero desde 1875, aspiró al puesto.
Entre los dramas sobresalió La herencia del pecado y entre las comedias Al año de estar casado, El marido anónimo y otras, muchas de ellas existentes hoy en la Real Biblioteca.
Fue el caso de Marcelino Menéndez Pelayo, muy amigo del conde de Las Navas, o del discípulo del montañés, Ramón Menéndez Pidal, que en este período investigó y dio a conocer códices con crónicas reales o romanceros y cancioneros manuscritos.