El gol que marcó en aquel torneo le convirtió en un mito y forjó la leyenda de «la furia española».
[3] En su familia hubo varios futbolistas como sus hermanos Santiago (1890), Ramón (1891) y Francisco «Pacho» (1897), que también jugaron en el Athletic Club.
Ramón, conocido como «Belauste II», jugó durante doce años (1910-22) en el Athletic Club, ganando varios títulos juntos mientras que «Pacho», conocido como «Belauste III», fue titular en la final de Copa de 1921.
Sin embargo, tras la quema de iglesias y debido a su catolicismo Belauste volvió al PNV.
José María Belauste vivió en México, D. F. hasta que un cáncer de pulmón acabó con su vida en 1964.
Tres días antes España había sido derrotada por la anfitriona Bélgica, por lo que ya no podía optar a la medalla de oro, aunque el peculiar sistema de competición existente en aquella cita le permitía seguir compitiendo en una repesca por las otras medallas.
Cualquier derrota a partir de ese momento le suponía volverse para casa.
Fue entonces, en el minuto 6 de la segunda parte, cuando llegó la jugada que le dio la fama.
En aquella jugada se llevó por delante a base de fuerza y envergadura a tres defensas suecos y al portero, que no pudieron evitar ni mediante faltas que el defensa vasco se introdujera con el balón en la portería.
La anécdota, tal y como está contada la dio a conocer el periodista Manuel de Castro («un verdadero “goal” hercúleo» según sus palabras).
Además, España debería ganar todavía otros dos partidos más para obtener la medalla de plata.
Aunque Ricardo Zamora, portero en aquel partido, afirmó años más tarde que realmente se había dicho la mítica frase, algunos de los que estuvieron allí presentes juraron no haberla oído nunca.
Belauste nunca desmintió la famosa anécdota, aunque no se sabe si porque era real o porque prefería mantener la leyenda.
Si bien formaba parte de la plantilla del Athletic Club desde 1905, probablemente en su equipo reserva, no debutó oficialmente hasta 1908.
En ellos presumiblemente jugó Belauste, al ser uno de esos preseleccionados, pero se desconocen los datos, motivo por el que no figuran.