Con los escasos recursos económicos de su padre que era obrero, José Manuel tuvo que trabajar en la recogida de la fruta en verano, para poder pagarse sus estudios.
Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario Menor de San José, y posteriormente los continuó en Granada, hasta que a partir del curso 1987-88 regresó a Murcia al restaurarse el Seminario Mayor San Fulgencio.
[4]Como sacerdote, tres han sido criterios que lo han sostenido en su servicio pastoral: La formación teológica recibida en el seminario, a través de la cual descubrió que su servicio estaba dirigido a la comunidad; la escucha atenta de las necesidades de sus feligreses para ayudarles eficazmente, acercándoles a Dios; y finalmente su trato con Dios en la oración.
Citando a san Agustín, ha tenido presente que «el sacerdote es un llamado a ser pastor, según el estilo de Jesucristo.
[6] Los hechos trascendieron a la opinión pública gracias a la denuncia anónima de una trabajadora,[7][8] aunque la Fiscalía Superior de Murcia archivó la investigación al considerar que «saltarse el orden en el proceso de vacunación puede suponer reproche político, social o ético, pero no penal».