Cuando se le preguntó sobre su primer acercamiento a la danza, Limón recordaría una presentación de los bailarines Harald Kreutzberg e Ivonne Georgia,[1] la primera función dancística a la que asistió, comentando "lo que presencié simple e irrevocablemente me cambió la vida.
Inició sus estudios formales en la ciudad de Nueva York con Doris Humphrey y Charles Weidman.
Limón estudió arte y música durante su niñez y asistió a la Universidad de California, Los Ángeles hasta 1928, cuando viajó a Nueva York haciendo autostop para perseguir una carrera en el arte.
Entre 1942 y 1946, Limón tuvo que participar en el ejército debido al reclutamiento obligatorio para la Segunda Guerra Mundial.
Usó su experiencia como mexicano, la historia de México y la literatura latinoamericana para inspirar sus danzas.