Se encuentran en su obra influencias de Schönberg, Babbitt e Stravinski, pero también, del jazz.
Participó en 1949, como trompista, en el Noneto de Miles Davis, la orquesta faro del cool jazz.
Frecuentó asiduamente los ambientes jazzísticos, pero permaneciendo siempre en el mundo de la música clásica y contemporánea.
Su eclecticismo y una cierta tendencia a la dispersión le supusieron a Schuller estar un poco marginado en relación con otros compositores de música contemporánea estadounidense, considerados más respetables.
En 1993, la revista Down Beat le honró con el «Lifetime Achievement Award» por su contribución al jazz.