José Gragera

[1]​[2]​[3]​ Se formó en Oviedo (Asturias), para trasladarse más tarde a Madrid, donde estudió a partir de 1839 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como profesores clasicistas entre otros a José Tomás y Josep Piquer i Duart.[1]​[2]​ Sus dos mejores obras son las esculturas monumentales del político Juan Álvarez Mendizábal[4]​ (obra datada en 1855, fundida en París entre 1856 y 1857, que representaba al estadista vestido con su ropa habitual y una capa española.Pese a haber sido inaugurada en 1869 en la actual plaza de Tirso de Molina, llamada en aquella época «Plaza del Progreso», fue retirada fundiéndose tras la Guerra Civil) y del naturalista Simón de Rojas Clemente y Rubio, erigida en el Real Jardín Botánico de Madrid, que tras los desperfectos sufridos durante la misma contienda fue retirada y sustituida por una copia.[1]​ Destaca el trabajo realizado en el busto de Alfonso XII, en el que presta una especial atención a pliegues de la ropa, que caen con suavidad, poniendo de manifiesto un estilo sobrio y majestuoso pero sin afectación.[1]​ En 1889, tras dejar su profesión de restaurador en el museo madrileño se estableció en Oviedo hasta su muerte en 1897, la cual no está ubicada de forma irrefutable, habiendo autores que la sitúan en Madrid, mientras que otros lo hacen en la capital asturiana.
Autorretrato de José Gragera, Museo de Bellas Artes de Asturias , Oviedo .
Busto de Guillermo Schulz (1898), obra de José Gragera en Oviedo .