Estudió la carrera de Derecho en Zaragoza y el doctorado en Salamanca.
Sus padres eran de modesta condición y tuvo que trabajar para costearse sus estudios ayudándoles al propio tiempo.
Republicano convencido fue diputado por Huesca y Alicante y en 1873 ministro de Gracia y Justicia y ministro de Fomento donde estableció el germen de los modernos servicios de arbitraje laboral.
Tras la restauración borbónica en España se exilió a Portugal y Francia.
A lo largo de su vida colaboró en publicaciones como La Nueva España, La Discusión y La Democracia.