En 1896 fue en viaje de estudios a Múnich, donde trabajó bajo la dirección del profesor Adolph Baeyer.
Con este motivo conoció las técnicas de la investigación química, que tanto esplendor tenían entonces en Alemania.
Fue condiscípulo de Richard Willstätter, Heinrich Wieland y otros, con los que mantuvo estrecha amistad toda su vida.
UU., donde trabajó en Nueva York con Smidt en la separación de metales nobles y tierras raras.
Fue el precursor del desarrollo actual de la Química en España.