Estudió desde muy joven actuación debutando profesionalmente en el teatro en la década de 1970.
En cine trabajó siempre en roles de reparto, generalmente en roles de custodio, matón o policía, en películas reconocidas tales como Noches sin lunas ni soles (1984), Esperando la carroza (1985), Correccional de mujeres (1986), Johnny Tolengo, el majestuoso (1987) y La ciudad oculta (1989), entre muchas otras.
[1] Trabajó bajo la mano de grandes directores como Alejandro Doria, Teo Kofman, Gerardo Sofovich, Héctor Olivera y José Martínez Suárez.
En televisión se hizo notablemente famoso en un episodio de Los simuladores, en la que encarnaba a un empresario homosexual que le decía al personaje de Martín Seefeld: “¿No hay un piquito para mí?” durante el 2002 y el 2003.
[2] En el 2010 se le entregó un Premio Podestá a la trayectoria por parte de la Asociación Argentina de Actores.