Escrito con técnicas como el collage, construye textos literarios a partir de fragmentos como recortes y fotocopias de la prensa escrita, definiciones del diccionario, tratados civiles, una entrevista a una enferma mental, etc. Con Poemas renales, 1992, gana al año siguiente el Premio Municipal de Literatura de Santiago en la categoría Poesía.
[4] Esta obra saldría en Valdivia cinco años después en edición bilingüe alemán-español con el título de Nierengedichte.
Gracias a un proyecto del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura publicó en 1996 la compilación La escritura y sus tatuajes.
Su último poemario fue La dicha vacante, aparecida en 2000, poco antes de su muerte.
[5][4] Su interés por la música popular latinoamericana lo llevaron a interpretar boleros, primero, y tangos, después.