Emigró a la Argentina en enero de 1928 junto con Pedro Ortúzar, un reconocido orador anarquista, y Primitivo Vargas.
Ese día concurrió al local del periódico La Antorcha y participó en una conferencia.
Luego se dirigió a una casa en la calle Sánchez de Loria 1194, donde lo detuvo la policía junto con Ortúzar y Vargas.
Las detenciones eran arbitrarias, más por su condición de inmigrante y anarquista, que por su actividad militante.
Denunciado por una mujer, la policía lo detuvo en su domicilio, y alegó una supuesta resistencia de Tamayo Gavilán, aunque se sospecha que fue asesinado ya que la autopsia judicial de su cadáver presentaba una sola herida: un balazo en la nuca.