Trabajó en el Parque nacional Iguazú en la Provincia de Misiones, Argentina, como guardaparque.
Su padre nació en Polonia y durante la Segunda Guerra Mundial formó parte en Inglaterra del ejército Polaco en el exilio.
Jorge Cieslik realizó sus estudios primarios en colegios católicos en Córdoba.
La investigación fue posible gracias a las crónicas anuales escritas por el sacerdote Claudio Ruyer y Diego de Boroa en el siglo XVII, redescubiertas por el humanista y naturalista Luis Honorio Rolón amigo de Jorge Cieslik, quien retomó la investigación para introducirse en continuas patrullas hasta concluir con el resultado final de la búsqueda.
[8] En esa ceremonia participaron sus camaradas, biólogos, científicos, ornitólogos y personas comprometidas con la conservación del medio ambiente; familiares y un reducido grupo de amigos.