Johan Liebheart

Sin duda alguna su mayor arma es la impresionante capacidad que tiene para llegar a las personas y sacar lo mejor o lo peor de ellas.

El auténtico Johan, si es que realmente se le llega a conocer en la serie, es mucho más retorcido y cruel.

Se graduó en la Academia Militar, donde le entrenaron para formar parte de la futura élite del país.

Pero su huida no llegó muy lejos, pues los artífices del experimento ya tenían previsto que aquello podía ocurrir.

Franz Bonaparta la visitaba constantemente para retratarla una y otra vez en sus dibujos mientras sus hijos se desarrollaban sin contratiempos en su vientre: eran gemelos.

La mujer, aguantándose los fuertes dolores, logró escapar por una estrecha trampilla y llegar a la calle por el conducto de ventilación.

Durante todo ese tiempo, Anne se carteaba con su amiga Halenka Novakova, hasta que en 1980 el señor Hans Georg Schuwald viajó a Praga, para preguntarle a Anne si conocía el paradero de Halenka, ahora conocida como Margot Langer, quien fue amante suya entre 1975 y 1977 y que lo abandonó hace tres años embarazada de su hijo.

No se oía absolutamente nada, aunque a veces escuchaba un sollozo ahogado que jamás supo de dónde venía.

Según Anna/Nina, ella y Johan caminaron cogidos de la mano entre cadáveres durante días, como si estuvieran ellos dos solos en el mundo.

Lo crearon los partidos radicales para tener un laboratorio de experimentos donde educar a los niños como soldados perfectos.

A través de experimentos y condicionamientos les cambiaban la personalidad para mejorar artificialmente al ser humano.

Avisada por los vecinos que habían oídos disparos, la policía llevó a los dos hermanos en ambulancia al Hospital Memorial Eisler de Dusseldorf.

La operación duró horas: La bala rozaba la arteria cerebral media, pudiendo producir un desgarramiento y hemorragia interna grave si no se extraía con una precisión milimétrica.

Según él, si Johan le entregó tanta confianza es porque al ser ciego y no conocer su verdadero nombre, jamás podría identificarlo.

Su profesora de aquella época a penas lo recuerda pues era un chico extremadamente callado y solitario, sin embargo destacaba por su gran inteligencia.

[12]​ Con tan solo quince años, Johan fundó el Bilger, un banco de apariencia respetable donde la gente pedía préstamos e ingresaba, invertía y sacaba dinero constantemente.

Durante los cinco años que vivió con ellos, Johan a penas estaba en casa y los Liebheart jamás se entrometieron en sus asuntos ni cuestionaron de donde sacaba tanto dinero.

[15]​ En ese mismo año, en 1991, Johan ya comenzó a planear los asesinatos alrededor de Hans Georg Schuwald para dejarlo completamente solo.

Los llamaba por teléfono para encomendarles la misión y cuando el encargo terminaba les pagaba ingresando una suculenta recompensa en una cuenta bancaria.

Sin embargo Johan decide ayudarlo a acercarse al Señor Schuwald, dándole clases en latín para que mejore sus lecturas los miércoles y haciendo que pasen momentos íntimos felices como en el Bosque de Obenberg (donde el Señor Schuwald pasará anteriormente sus mejores momentos con sus amigos íntimos, asesinados por Johan en los últimos cuatro años).

Suele aparecer por la compañía central de su grupo financiero Talbach & Schuwald AG por las mañanas a supervisar cómo van los negocios.

Seguramente por la influencia del Señor Schuwald lo ingresan rápidamente en el Hospital Bodenheim, de Múnich, lo someten a diferentes pruebas médicas para comprobar que está sano.

Algo apenado por no poder presenciar el acto, Karl hace lo que su padre le pide y se va.

Le narra Johan al señor Schuwald y este comprende que toda esta farsa ha sido para mostrarle el Infierno.

Posteriormente, de vuelta a Alemania, decide reencontrarse con su compañero del Kinderheim 511 Chistof Sievernich, tal y como acordaron años atrás.

El hombre acaba refugiándose en una cabaña aislada que tiene en su propiedad y cuando cree estar a salvo le sorprende Johan.

Pero su plan falla, ya que otra persona (el padre del niño, en un elevado estado de embriaguez) le dispara antes.

Con esta información Tenma realiza una visita al hospital penitenciario en Baviera, donde Johan había permanecido inconsciente desde la masacre.

"Si me das tu nombre, pequeño, yo te haré fuerte como un roble", le dijo el monstruo al príncipe del castillo.

Un día, el principito huérfano se encontró a la otra mitad del monstruo que había ido al oeste.