Joaquín de Molina y Zulueta

[2]​ Se le concedió la Orden de Santiago en 1778.

Había sido designado comandante del apostadero del Callao en 1804, pero su viaje se había retrasado por varios años.

A su arribo el gobernador Elio había establecido una junta en Montevideo, como había sucedido en la península, y la relación con la capital virreinal estaba resquebrajada.

Su errático accionar le valió la destitución, y la Regencia resolvió relevarlo del mando en favor de Toribio Montes en 1811.

[4]​ Destituido de la presidencia, se dirigió a Lima, donde permaneció algunos años hasta volver a Madrid.