No tuvieron sucesión y el matrimonio fue declarado canónicamente nulo en 1757.
[3] El duque Joaquín Diego sirvió como sus antecedentes a los reyes de España con amor y fidelidad.
Béjar, gracias a las aguas del río Cuerpo de Hombre, disponía de una agua óptima para el tintado.
Presentó para el efecto memoriales, informes, consultas, dictámenes judiciales y otras diligencias.
[12] Nombró personas de su confianza y capaces para desempeñar los oficios y cargos públicos en las villas de su señoríos.
De sus obras de asistencia social dan muestra los patronatos y obras pías que fundó y sostuvo.
[15] Por carta del 16 de julio de 1774 le pide a Miguel Pérez Guerrero hacer un informe sobre las doncellas pobres y huérfanas del estado de Lemos que desean casarse.
[23] El duque Joaquín Diego no tuvo sucesión en sus dos matrimonios.
A su fallecimiento en octubre de 1777 sin herederos, se inició el pleito para proveer la sucesión del ducado de Béjar.