Joaquín Abarca

En 1822, durante el Trienio Liberal, tuvo que huir a Francia, perseguido por sus actividades antiliberales.

Fue un personaje clave en este séquito, hombre de confianza y consejero del reclamante hasta el punto que fue nombrado presidente de su ministerio con competencias en Gracia y Justicia.

Feroz enemigo del general Maroto, hostigó en su contra a don Carlos en varias ocasiones.

Desde el punto de vista militar era, según los biógrafos historiadores, poco eficiente y los consejos que dio en este terreno resultaron infructuosos.

Fue expulsado a Francia al final de la Primera Guerra Carlista, donde se reunió un tiempo después con don Carlos en su exilio.