Tras realizar una audición en la Royal Opera House (Londres), fue contratada por el director musical Rafael Kubelík e hizo su debut en 1955, apareciendo también bajo su dirección en La flauta mágica en 1956.
El director Rudolf Kempe ejerció una influencia potente en su carrera.
Fue con él que tuvo sus primeros éxitos en la temporada 1958–59 como Sophie en la producción del cineasta italiano Luchino Visconti, Der Rosenkavalier, y después como Micaela en la ópera Carmen, de Georges Bizet.
[4] Cantó junto a Maria Callas en Medea del compositor italiano Luigi Cherubini, junto a Jon Vickers en Otello de Giuseppe Verdi y en el papel principal de Arabella de Richard Strauss, entre muchas otras interpretaciones versátiles.
[6] Retirada de los escenarios, se trasladó a vivir a Gales, donde ejerció como profesora de canto en privado.