Allí conoció a otros referentes del arte portugués, entre ellos Sá Nogueira y José Dias Coelho, y empezó a militar en los movimientos clandestinos de izquierda que se oponían a la dictadura de António Salazar.
[5] En su carrera como arquitecto es responsable, junto con Alberto Pessoa y Hernâni Gandra, del conjunto de viviendas Infante Santo en Lisboa, unos bloques suspendidos sobre pilotis que le hicieron merecedor del Premio Municipal de Arquitectura en 1957.
No obstante, se hizo conocido a nivel público como humorista gráfico e ilustrador, algo que le ha llevado a ser comparado con Rafael Bordalo Pinheiro por su versatilidad en distintos campos.
[3] En los años 1970 estuvo centrado en viñetas políticas para periódicos como Diário de Lisboa, Diário de Notícias y O Jornal, donde abordaba con ironía la realidad social portuguesa.
[8][9] A partir de 1981 se dedicó en exclusiva a la pintura, con una obra impresionista que contrasta con el carácter político de su etapa como viñetista.