Se encuentran en viviendas tradicionales sobre zancos como las cabañas de madera de pescadores de Asia y Escandinavia,[1] en los palafitos y en casas elevadas como las Queenslanders en Australia.
En la arquitectura moderna, los pilotis son columnas de apoyo situadas en la planta baja.
Aparte de su función estructural, los pilotis elevan el volumen arquitectónico, lo hacen más ligero y liberan espacio para circulaciones bajo la construcción.
[2] Mejoran la conectividad del edificio con el terreno permitiendo aparcamiento, jardines o entradas de coches al mismo tiempo que permiten un sentido de ligereza de la propia arquitectura.
Le Corbusier los usó en una gran variedad de formas, desde postes delgados hasta el gran aspecto brutalista de la Unité d'Habitation de Marsella (1945–1952) con diferentes bases, formas y superficies.