Jesús Infante Pérez de Pipaón

[2]​ En sus inicios, abrió un taller de escultura en varios materiales.

Realizó gigantes y cabezudos, la restitución de la cabeza de Sagasta en bronce, colocada hoy en una plaza pública logroñesa[2]​ y El afilador en bronce (en Bueno Hermanos, tijeras tres claveles).

[2]​ Pronto dejó la escultura por su interés primordial hacia la pintura y se inició y perfeccionó en el género de la acuarela sin profesores directos.

[cita requerida] Su primera exposición fue en 1958 y una década después fundó, junto con otros artistas el grupo Revellín, uno de los primeros movimientos artísticos en La Rioja.

[1]​ Colaboró con sus obras en la publicación de varios libros como La brujería en la Rioja de Alfredo Gil del Río, o La Rioja y sus Albores.