Sus vecinos se dedican, sobre todo, a la ganadería (vacas, yeguas y ovejas), pero también cultivan en pequeños huertos lo necesario para el abastecimiento particular (judías verdes, acelgas, calabacines, lechugas, etc.).
Este pequeño pueblo cuenta, además, con numerosas posibilidades para el paseo y para excursiones, puesto que sus numerosas pistas le unen con otros municipios de la propia sierra o de otras, como puede ser Anguiano, al que se puede llegar siguiendo la etapa del GR-93 que por aquí discurre.
Entre las montañas discurren arroyos por angostos valles, así como el río Iregua, que marca el límite oriental del término municipal.
El pueblo se alza en la ladera de una montaña a 1021 metros sobre el nivel del mar.
En el siglo XVII el Concejo alquilaba los pastos de las tierras comunales a ganaderos trashumantes.
El concepto de deuda viva contempla sólo las deudas con cajas y bancos relativas a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros, excluyéndose, por tanto, la deuda comercial.
De estilo barroco, fue construida en el siglo XVI en mampostería y ladrillo.