Dos estatuas han sido erigidas en su honor, por su defensa de México contra los norteamericanos y los franceses.
De ahí pasó al resguardo militar en Fronteras Sonora, Luchó contra gandaristas, apaches y yaquis.
Durante la Guerra de Reforma (1858-1861) se alineó con las ideas del Partido Liberal.
Antonio Rosales se rebeló, pero no logró derrocar al sonorense.
En septiembre de 1864 se levantó en armas el exgobernador Francisco de la Vega y Rábago en favor del Imperio, pero también fue vencido y fusilado en El Fuerte.