La Política para Corregidores ... fue, muy probablemente, la única obra de Jerónimo Castillo.
Debió finalizarla hacia 1595, cuando solicita el permiso a las Cortes de Castilla para publicarla en latín.
En su obra señalaba Castillo la religión y la justicia como "pilares eficacísimos" del gobierno, apoyado en la teoría absoluta de que el juicio justo es aquel que deriva de quien tiene potestad para ello, y solo el Príncipe ha sido designado por Dios para este fin, en consonancia con Luis de Molina, y quienes Él designa son sus brazos ejecutores.
Reflejó Castillo una justicia, un gobierno y una organización social absolutamente fiel al modelo tradicional de la época, en el que no existe, ni se pretende, la igualdad entre los hombres, y en la que los estamentos marcan la diferencia entre lo que se puede esperar de la ley si se pertenece a uno ú otro.
La sociedad era para Bovadilla innata al ser humano y su existencia se justificaba por la necesidad de reprimir "el mal y el vicio".