Durante su reinado tuvo que soportar la presión aramea y asiria en el Este.En ese momento Joram se dio cuenta del complot en su contra, e intentó escapar, siendo asesinado a manos del mismo Jehú antes de lograr ponerse a salvo, aunque al menos pudo avisar del golpe a Ocozías de Judá, quien pudo escapar hasta Meguido, donde fue muerto por las tropas de Jehú que lo habían perseguido.Según el relato bíblico Jehú se dispuso prontamente a acabar con toda la casa de Ajab para así consolidarse en el trono, empezando por la reina madre Jezabel, quien al verlo le insultó comparándole con el usurpador Zimri, por lo que Jehú, enojado, desafió a los eunucos que se encontraban con ella para que la echaran abajo desde la ventana.Una vez ahí les distribuyeron ropas blancas para identificarlos y se aseguraron de que no hubiera ningún adorador de Yahveh, y cerrando las puertas ordenó a los verdugos asesinarlos a todos.Jehú apeló a la ayuda del rey asirio Salmanasar III, aceptando convertirse en vasallo de este y pagarle tributo.No obstante, luego de la muerte de Salmanasar, le siguieron varios reyes débiles, lo cual le permitió a Hazael volver a invadir Israel, conquistando todos los territorios al este del Jordán.