Los Jardines de Lamia (en latín: Horti Lamiani) fueron unos jardines situados en la cima del Esquilino, Roma, en el emplazamiento de la actual piazza Vittorio Emanuele II.
Sin embargo, desde el siglo XVI han sido una fuente de valiosos restos arqueológicos.
Los terrenos que ocupaba la necrópolis fueron gradualmente convertidos en villas de recreo conocidas como horti (jardines).
Lamia hizo allanar el terreno anteriormente ocupado por la Necrópolis del Esquilino, y construyó una lujosa villa formada por diversos pabellones, fuentes y terrazas que aprovechaban el desnivel de la zona e imitaban al paisaje natural.
La decoración del complejo imperial incluía finos frescos con pinturas de jardines, revestimientos arquitectónicos en crustae marmoreae realizados con refinadas incrustaciones de mármol coloreado[5] y decoraciones murales en bronce dorado con gemas engastadas.
[6] El complejo también produjo importantes grupos escultóricos, como la conocida Venus Esquilina junto con dos siervas (o musas), y el famoso Busto de Cómodo a modo de Hércules flanqueado por tritones marinos (ambos en los Museos Capitolinos).
Otros importantes hallazgos escultóricos que pueden relacionarse con la residencia imperial se produjeron en la zona de Piazza Dante (el llamado Ephedrismòs).
Todo esto fue descubierto en noviembre de 1875 Rodolfo Lanciani, Fascinación de la Antigua Roma, Roma, Quasar, 1986, p. 156.Los descubrimientos descritos se refieren a los hallazgos realizados entre la piazza Vittorio Emanuele II y la piazza Dante.
Fueron vistas anteriormente por Rodolfo Lanciani y anotadas en Forma Urbis Romae.