La mayoría de los arces pueden ser utilizados para extraerles la savia y fabricar el jarabe, pero el arce azucarero (Acer saccharum) y el arce negro (Acer nigrum) son los más adecuados.
Debido a su importancia económica, el arce es un emblema de Canadá, y su hoja está representada en la bandera canadiense.
Estos grados corresponden aproximadamente al momento de la temporada en el que se produjo el jarabe.
Estos hacen que la savia gotee y quede contenida en baldes o en tuberías plásticas.
El jarabe fluye por los deflectores de la cacerola volviéndose gradualmente más espeso, y es automáticamente extraído cuando tiene el espesor adecuado.
Generalmente los árboles no son utilizados para la extracción de savia hasta que tienen un diámetro de 25 centímetros en su parte media — en Nueva Inglaterra esto significa que el árbol debe tener por lo menos 40 años.
El exceso de calor puede dañar al jarabe, y una cacerola hirviendo en seco puede llegar a explotar.
El jarabe producido a fin de temporada (sin heladas nocturnas) es oscuro y se dice que el sabor no es muy bueno, lo cual disminuye su valor comercial.
Esta se suele comercializar en forma de bloques y caramelos.