es la variante de japonés hablado y escrito que se utilizó durante la era Heian en Japón, alrededor de los siglos X y XII.
Es el sucesor del japonés antiguo y se caracteriza por tener una gran influencia del vocabulario chino y haber sufrido extensos cambios en su fonología.
El japonés clásico fue el estándar para la forma escrita del lenguaje por mucho tiempo.
Su uso comenzó a declinar después de la Restauración Meiji, cuando los novelistas comenzaron a escribir en japonés moderno, a pesar de que los periódicos y los documentos oficiales se siguiesen escribiendo en japonés clásico.
A pesar de todo, en la actualidad sigue teniendo uso literario, especialmente en géneros tradicionales como el haiku.