La obra fundamental del jansenismo es el Augustinus, escrito por Jansenio, publicado de forma póstuma (Lovaina, 1640) debido a la controversia teológica que hubiera podido generar.
El grand Arnauld es un personaje controvertido que ha merecido fuertes críticas de historiadores como Henri Bremond y por otros es considerado el mejor director espiritual.
Esto le valió la enemistad del cardenal Richelieu, que buscaba apagar toda fuente de discordias en la Iglesia francesa.
El papa Urbano VIII prohibió la reimpresión del Augustinus, pero el libro se siguió imprimiendo ya que había sido dedicado al cardenal Fernando, infante de España, quien permitió y popularizó la publicación.
Angélica Arnauld, su hermana, era religiosa en el monasterio de Port Royal des Champs y luego abadesa.
Así, el monasterio de Port Royal llegó a ser el centro del jansenismo, donde cada vez se practicaba menos la comunión eucarística.
Tras años de diversas condenas por parte del Papa, el monasterio fue destruido en 1710 y las monjas que lo habitaban se dispersaron.
Con la publicación de sus Réflexions morales logró ganarse las simpatías y apoyos del alto clero.
En esta ocasión, el papa Clemente XI con la constitución Unigenitus Dei Filius (1713) dio una condena formal a 101 proposiciones contenidas en los escritos de Quesnel.
En cuanto al tema de la gracia, Jansenio afirma que el estado original es el estado natural del hombre.
Adán, en ese estado, era verdaderamente libre y poseía la gracia (el auxilio de Dios) suficiente para evitar el pecado.
La gracia provoca un gusto tan grande por las cosas de Dios que el hombre invenciblemente las hace.