Jan Kodeš

Su determinación en el juego fue su mayor virtud, así como su estado físico, ganando muchos partidos en los que parecía exhausto peleando hasta el final con uñas y dientes.

Ese mismo año derrotó al primer preclasificado, el australiano John Newcombe en la primera ronda del US Open (que por entonces se jugaba sobre césped), hecho que no ocurría desde 1930 cuando el francés Jean Borotra fue derrotado por el estadounidense Berkeley Bell.

En 1973 volvería a alcanzar la final del US Open tras sus victorias ante el australiano John Alexander, Nikola Pilić y su vencedor en 1971 Stan Smith en las semifinales con un 7-5 en el quinto set.

Fue un héroe deportivo en su tierra, tanto por su negativa a abandonar el reprimido país (como sí lo hicieron Jaroslav Drobný, Ivan Lendl o Martina Navratilova) como por su ahínco en participar en las eliminatorias de Copa Davis.

En 1988 fue galardonado con el Premio ITF por sus potentes servicios en el juego, y en 1990 fue incluido en el Salón Internacional de la Fama del tenis.