Booth había estado alquilando un caballo en particular, que él prefería, de Pumphrey en los meses previos.
Pumphrey le advirtió que la yegua era muy animada y rompería su cabestro si la dejaba sin vigilancia.
Añadió que planeaba ir después a tomarse una copa y luego dar un paseo sin prisa.
Más tarde, Booth tomó una bebida en el Star Saloon de Peter Taltavull ubicado junto al teatro Ford, pero sin duda no fue a dar ningún paseo.
Después del magnicidio, Booth y Herold huyeron al galope hacia Virginia.
Todas las personas que se descubrió haber tener tenido algo que ver en el asesinato o cualquier persona con el más mínimo contacto con Booth o Herold en su huida fueron puestas entre rejas.
Si bien Pumphrey consideraba a la señora Surratt completamente inocente y exhibió la más profunda simpatía por ella, ningún indulto llegó.
Mostró la más profunda simpatía por la señora Surratt, a quien consideraba totalmente inocente de participación y se dice que estuvo sentado en su caballo durante horas esperando por el privilegio de llevar el indulto del presidente Andrew Johnson a la señora Surratt, encarcelada y posteriormente ejecutada en el arsenal de esta ciudad.