James M. Chaney

Pertenecía a la escolta policial que integraba la comitiva, y conducía una moto que seguía al presidente a pocos metros en el momento de su asesinato en la Plaza Dealey.

Chaney afirmó recordar que el primer disparo había sonado como una deflagración del motor de su moto, y al mirar a la izquierda observó cómo el presidente "había mirado sobre su hombro izquierdo" desde su limusina.

Chaney declaró que "el segundo disparo le impactó en la cara", y que un tercer disparo, que aparentemente no tocó al presidente, hizo brotar sangre de la camisa del gobernador John B. Conally.

Durante el atentado su uniforme quedó manchado con sangre y restos despedidos de la cabeza del presidente.

James Chaney, el testigo que no iba en la limusina que más cerca estaba del presidente en el momento de su asesinato, nunca fue llamado a declarar por la Comisión Warren.