El contacto con otros escritores de origen africano en París marcan profundamente su obra.
Tras la Segunda Guerra Mundial participa en el proyecto Présence Africaine (Presencia Africana), junto con Léopold Sédar Senghor y, sobre todo, Alioune Diop.
Rabemananjara es torturado, juzgado y condenado a cadena perpetua.
En 1956 es liberado y exiliado, no regresa a su país hasta que éste obtiene su independencia en 1960.
Tras la revolución de 1972, elige el exilio y no regresará sino hasta 1992.