[4] En su obra se opuso a los nuevos métodos compositivos empleados por los músicos del Ars nova, defendiendo las técnicas de las composiciones de los antiguos músicos medievales.
Argumenta contra estos compositores modernos que se limitan a cultivar determinadas formas en exclusiva como el motete y la cantilena, dejando de lado otras formas tradicionales como el organum y el conductus.
Asimismo, utilizan un tipo de notación musical que son imperfectos y confusos, mientras que los tradicionales se esmeraban en reflejar con gran precisión sus composiciones a través de un sistema de notación menos sofisticado pero más estable.
Ello origina, según Jacobo de Lieja, una música lasciva y contraria al comedimiento de la música del Ars antiqua.
Los dos últimos libros abordan temas relativos a la interpretación musical, poniendo bajo la lupa la música práctica.