[2] Hasta el nombramiento de un nuevo ministerio, el emperador nombró al archiduque José representante real, al que Esteban Tisza recomendó el 28 encargar el gobierno a Károlyi, con la ilusión de poder evitar una revolución.
[3] El 28 se dirigió al presidente estadounidense Woodrow Wilson solicitando una paz separada y admitiendo el derecho de los checoslovacos y yugoslavos a la autodeterminación.
[3] La nota de Andrássy, entonces ministro de Asuntos Exteriores, no recibió la atención de Washington, pero aceleró la disgregación del Estado: el mismo día el consejo nacional checo proclamó la independencia y al día siguiente el Parlamento croata disolvió su asociación con el Estado.
[4] Los alemanes expresaron su intención de pasar a controlar los territorios austro-germanos el 31.
[5] El 31 de octubre, el archiduque, en nombre del emperador, nombró primer ministro a Mihály Károlyi, que había de formar un nuevo gabinete con los partidos del consejo nacional.