Aunque, en 1989, Petr Pomezný, secretario general del Comité Olímpico Checoslovaco, refutó esta afirmación y aseguró que a pesar de una exhaustiva búsqueda, no se halló ningún registro que sustentara tal afirmación.
Fuera de la Europa Oriental bajo dominio soviético, conoció el mundo occidental con todo su esplendor, quedando así cautivada.
Aunque al inicio ella no mostró interés por la relación, con el tiempo cambió de opinión y se convirtieron en pareja.
No obstante, el primer paso lo dio Trump con la construcción del Hotel Grand Hyatt, en Nueva York.
El matrimonio parecía ser más que productivo, y para entonces ya habían tenido tres hijos: Donald John, Jr.
Mientras la familia estaba de vacaciones en Aspen, Colorado, durante la Navidad, Ivana se encontró cara a cara con Marla en las pistas de esquí, en un enfrentamiento que registró el New York Post, al día siguiente.
Trump exigía que los susodichos acuerdos fuesen respetados, y trató de defenderse ante el tribunal.
Tanto Donald como Ivana asistieron al funeral, donde pactaron que continuarían el divorcio de forma amigable.
[7] En 2001, comenzó a escribir una columna de consejos para el divorcio en una revista y realizó un cameo en la película The First Wives Club con la línea memorable: «Recuerden chicas no se enfaden con ellos, quítenles todo».
Además, poseyó otra empresa, denominada Ivana Inc., que se encargó de controlar sus apariciones públicas, eventos, participaciones en campañas publicitarias, etc.
Habían sostenido desde 2004 una relación con altos y bajos, que finalmente llegó al matrimonio.
Donald y ella inclusive grabaron en 1998 un comercial de televisión juntos para Pizza Hut.