Las cuentas de IVA que existen en la contabilidad son: Los vendedores intermediarios tienen el derecho a reembolsarse el IVA que han pagado a otros vendedores que los precedieron en la cadena de comercialización (crédito fiscal), deduciéndolo del monto de IVA cobrado a sus clientes (débito fiscal), y debiendo abonar el saldo al fisco.
[4] El siguiente ejemplo muestra la mecánica simplificada, con un IVA generalizado del 10 %.
Como se ve en el ejemplo, todo el monto acumulado del impuesto (10+5+5+4=$24) es soportado por el consumidor final (F), pero ha sido percibido en varias etapas intermedias.
El IVA ha sido criticado porque recae sobre los consumidores finales de los productos.
[43][45] Algunos países han reducido los impuestos sobre la renta a contribuyentes de bajos recursos e implementado transferencias directas para reducir el impacto de este impuesto sobre los pobres.