La estructura está basada en grupos de parentesco o clanes matrilineales, con relaciones libres y familiares entre padres e hijos.
Los hombres participan de un circuito de intercambio llamado Kula, razón por la cual con frecuencia se embarcan para visitar a sus compañeros en otras islas y cumplir con las obligaciones ceremoniales que han adquirido por su participación en el circuito.
En las postrimerías del siglo XX, movimientos autonómicos culturalistas y anticoloniales han llegado a reclutar seguidores en las islas Trobriand.
Cuando las autoridades coloniales prohibieron la guerra interétnica, los trobriandeses desarrollaron una particular forma de críquet, que se caracteriza por su extrema agresividad.
[1] El primer visitante europeo de las Trobriand fue el barco francés L'Espérance, que llegó al archipiélago en 1793.