Su función y características en los relatos mitológicos griegos eran equivalentes a las de los Campos Elíseos (que son, probablemente, una evolución posterior del mismo concepto).Labrar no necesita el ingrato terreno, ni atravesar los mares en busca de sustento.· Y a los que por tres veces cambiando mortal velo, sin pecado en el mundo y en el Orco vivieron, de Júpiter les abre el benigno decreto camino de Saturno hasta el alcázar regio.· Guirnaldas entretejen y sartas con sus pétalos, con que alegres circundan frente, manos y cuello, los bienaventurados que a aquel paraje ameno, de Radamanto envía el fallo justiciero.Las describía como dos islas muy próximas entre sí y muy alejadas de la costa africana (el equivalente a 1.500 o 2.000 km); su clima era espléndido: la temperatura era agradable todo el año, llovía poco y los vientos del oeste las refrescaban; espontáneamente producían manjares que permitían a sus indolentes habitantes nutrirse sin esfuerzo.Statius Sebosus -Estacio Seboso-[4] nombra cinco islas: Junonia, Planaria (Gran Canaria), Convallis (Tenerife), Capraria (Gomera) y Pluvialia (El Hierro).Claudio Ptolomeo nombra Autolala (quizá Madeira), Aprositos (Lanzarote), Heras (Fuerteventura), Kanaria (Gran Canaria), Pintonaria o Kentouria (Tenerife), Kaspeiri (Gomera) y Plouïtala (El Hierro).
Las 6 islas de Cabo Verde, que desde África se ven como 6 islas en línea