En la pequeña capilla que fue la antecesora de la iglesia actual, ambos militares tomaron la hostia.En 1671 el papa Clemente X la canonizó con el seudónimo «Santa Rosa de Lima».[2] Los siglos siguientes la isla fue muy visitada buscando oro, perlas y otras riquezas del mar que se habían descubierto y Taboga fue escenario de todo este tránsito.[2] Durante el siglo XVII, la isla fue frecuentada por piratas que la utilizaron para abastecerse.[2] En Taboga y en la vecina isla Taboguilla existía también la cosecha de perlas.Este buque atacó a la guarnición realista que la defendía y posteriormente destruyó el poblado como represalia a una celada planeada luego de la toma de la isla, y demolió la iglesia fundada por el padre Luque.El complejo contaba con depósito, muelle, oficinas, talleres, viviendas, un hospital y un cementerio.[2] Ese mismo 1870, unos marinos británicos protagonizaron una trifulca en el pueblo y dieron muerte al alcalde Manuel A.[2] En 1887, Taboga fue visitada por el pintor francés posimpresionista, Paul Gauguin, que buscaba donde pintar lejos del bullicio de París.Las cosas no fueron como esperaba: permaneció tres meses en la isla sin tocar un pincel.En 1896, la isla contaba con 3130 habitantes gracias a que se habían edificado almacenes para abastecer barcos, tiendas de ropa, talleres de carpintería, panaderías, billares, locales para fiestas, pensiones, tiendas mayoristas, un pequeño mercado y tres médicos.Durante la Segunda Guerra Mundial, Taboga albergó una base militar estadounidense, que representó un gran impulso económico, por el número de soldados estacionados allí.[9] Hoy en día es un lugar turístico, por sus playas cercanas a la Ciudad de Panamá.Debido a su belleza y su cercanía con la capital panameña, Taboga se ha convertido en una popular atracción turística.En el poblado, que todavía conserva su aspecto original, pueden encontrarse cafeterías, bares, restaurantes y hoteles.