[1] Desde su juventud, mostró su entusiasmo por la literatura catalana y por los ideales regionalistas, de los que fue un firme e incansable adalid desde las agrupaciones Jove Catalunya y otras similares.
[2] Verdadero poeta lírico, su maestro y modelo fue siempre el poeta latino Píndaro, del que imitó las audacias conceptuales y su pomposa entonación.
Entre sus títulos cabe destacar: Desde 1873, cuando se dio a conocer con su poema La Joven Cataluña, hasta 1885, en qué enmudeció definitivamente su lira, logró en los Juegos Florales de Barcelona las más altas recompensas, como la Englatina de Oro.
Escribió algunas composiciones poéticas en lengua castellana, que solía firmar con el pseudónimo J. Colomines i Ferrant.
Destacan en este género varios cantos amorosos, muchos de los cuales quedaron inéditos.