Isidoro Blanco Fernández

[1]​ Natural de la ciudad gallega de Lugo, a los ocho años entró de niño de coro, y continuó como tal hasta que mudó la voz, en cuya época pasó a Madrid y se matriculó como alumno del Real Conservatorio de Música, donde tuvo como profesores a Pedro Albéniz, piano; Antonio Aguado, armonía y bajo cifrado, y Ramón Carnicer y Batlle, de composición, además de asistir a clases de canto y de italiano.

[2]​ El órgano lo estudió bajo la dirección de Román Jimeno e Ibáñez, en una época en la que el conservatorio no ofrecía esa enseñanza.

[2]​ En el conservatorio estuvo Blanco Fernández desde 1845 hasta 1849, sin haber podido terminar del todo sus estudios por haberse visto precisado a ausentarse.

[2]​ Escribió algunas obras sagradas, pero también profanas, que se cantaron en diversas partes.

[1]​ Fue, asimismo, director de algunas sociedad musicales, así como de la sección filarmónica del Liceo Literario y Musical de Lugo, cuyo himno inaugural escribió.