Isabel de Francia (santa)

Cuando aún era una niña en la corte Isabel estaba ya dedicada a la religión.

Ella estuvo incluso más dedicada a la orden franciscana que su hermano real.

No solo rompió su compromiso con un conde, sino que más allá de eso, rechazó la mano de Conrado IV de Alemania, hijo de Federico II, Sacro Emperador Romano, aunque se vio presionada para aceptarlo por todo el mundo, incluido Inocencio IV, quien sin embargo no dudó posteriormente en alabar su fijada determinación de permanecer virgen.

Tras nueve días su cuerpo fue exhumado, cuando no mostró signo alguno de pudrición.

Su fiesta se celebra el 23 de febrero.