Isabel de Ibelín (señora de Beirut)

Mantuvo un romance con Julián de Grenier (m. 1275), y su "notoria falta de castidad" llevó a que el papa Clemente IV, le enviara una carta instándola a que se casara.

En 1272, a la edad de 20 años, se casó con Hamo Lestrange (el extranjero), un señor adinerado galés que pudo haber sido acompañante del príncipe Eduardo de Inglaterra.

El rey Hugo I de Chipre buscó utilizar el estado de Isabel como rica heredera, eligiendo un nuevo marido para ella y así atraer a otro distinguido caballero a la lucha en Tierra Santa.

El rey Hugo I intentó por la fuerza organizar un nuevo matrimonio, pero Isabel se resistió, y recibió el apoyo tanto de Baibars como de los caballeros templarios.

El asunto fue llevado ante la Alta Corte de Jerusalén, y se convirtió en una disputa política en las cruzadas en cuanto a quién tenía el poder sobre la señora de Beirut, el rey cruzado o el sultán musulmán, la Alta Corte falló a favor de Baibars, y los guardias mamelucos fueron asignados a la protección de la reina Isabel.

Escudo de armas de la Familia Ibelín.