Isabel María de Braganza

Juan VI murió cuatro días después del decreto.

Este, a su vez juraría la Carta Constitucional de 1826 promulgada por Pedro IV.

Pues la Carta Constitucional encontró fortísima oposición, mostrándose Miguel desfavorable a ella.

Si el gobierno gana es cierto que los desacuerdos se mantienen entre las cámaras y los ministros, pero también debido a las maniobras de la reina viuda, Carlota Joaquina.

Falleció soltera en Benfica, en los alrededores de Lisboa, y sus restos fueron sepultados en São Vicente de Fora; habiéndose dedicado en sus últimos años a la Iglesia católica.