Isabel II (1889)

El Isabel II fue un crucero desprotegido de la Armada Española de la clase Velasco, que recibió su nombre en honor a la reina Isabel II de España.

El 28 de junio, el Isabel II evitó la total destrucción del vapor Antonio López, procedente de Cádiz y embarrancado en Playa Socorro por parte del crucero auxiliar USS Yosemite.

Aunque no pudo evitar que se perdiera mientras intentaban reflotar el vapor, ya que apareció el crucero protegido USS New Orleans.

Tras la guerra se firmó el Tratado de París, que en su artículo V señalaba: "[...] Serán propiedad de España banderas y estandartes, buques de guerra no apresados, armas portátiles, cañones de todos calibres...", por lo que por este artículo regresó a España.

Tras la guerra, tenía sus máquinas en tan mal estado, que apenas desarrollaba la mitad de su velocidad.