[2] Ejerció como abogado en esa ciudad, donde destacó por su oposición a los estamentos privilegiados.
Elegido diputado por el Tercer Estado para los Estados Generales de 1789, fue uno de los fundadores del club bretón junto con Lanjuinais, Defermon y Coroller.
Demostró ser un brillante orador, y sirvió como cuarto presidente de la Asamblea Nacional Constituyente del 3 al 16 de agosto de ese año, sucediendo a François Alexandre Frédéric, duque de La Rochefoucaud-Liancourt, y a Jean-Guillaume Touret, que había rechazado el cargo.
Las amistades que mantenía con personalidades del Club des Feuillants le hicieron sospechoso entre algunos de sus compañeros jacobinos, que le acusaron de querer restablecer la autoridad real.
Sintiéndose amenazado, huyó a Inglaterra, aunque volvió para impedir la confiscación de sus bienes.