Fue asesinado por la banda terrorista ETA a solo dos días de que se celebrasen elecciones generales en España.
[2] Isaías, al no ocupar ningún cargo público, había rechazado utilizar los servicios de un escolta privado.
[4] El terrorista efectuó cinco disparos antes de huir, para lo cual se montó en un coche en cuyo interior esperaba otra persona.
[4] Según indica la página web de El Mundo, al oír los disparos su mujer y su hija bajaron donde se encontraba Isaías, que, aunque consiguió salir del vehículo, estaba gravemente herido.
[5] Tras el acto, miles de personas, anónimas y pertenecientes a la clase política, acudieron al entierro.
[6] El camino al cementerio se convirtió en una improvisada manifestación, en la cual el pueblo fue recorrido mientras los asistentes denunciaron su oposición a la banda terrorista responsable del asesinato.
[8] Esto fue acordado por José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en una conversación telefónica.
Su líder Josep Antoni Duran i Lleida, no obstante, condenó públicamente el atentado.
[9] Durante la celebración de la capilla ardiente, se produjo un incidente entre Patxi López y Mariano Rajoy.