El estudio de la irreligión engloba agnosticismo, ateísmo, deísmo, escepticismo, librepensamiento, humanismo secular, laicismo e incluso algunas formas de espiritualidades alternativas como el New Age.
[1][2] Encuestas de identificación con alguna religión realizada en marzo de 2009, indicaba que el 15% de los estadounidenses, más de 45 millones declaran "no tener religión" (porcentaje que era del 8,2% en 1990), mientras 1,6 millones se autodefinen ateos (frente a 900.000 en 2001)[3][4] Muchos grupos que promueven la irreligión o se oponen a la fe religiosa como Freedom From Religion Foundation, American Atheists, Camp Quest, o Rational Response Squad, han incrementado enormemente su número de miembros en los últimos años; también el número de organizaciones estudiantiles laicas en los Colleges y Universidades se han incrementado durante la década 2000 a 2010.
[1] Una encuesta de 2008 de Gallup que preguntaba: "Which of the following statements comes closest to your belief about God: you believe in God, you don't believe in God but you do believe in a universal spirit or higher power, or you don't believe in either?
"Mostraba que a nivel nacional el 78% creían en dios, el 15% en un espíritu universal o poder mayor, un 6% en ninguno de ellos y un 1% no estaba seguro.
Solamente 1,4 millones se declaraban positivamente ateos con 2 millones que se declaraban agnósticos[7] El ranking de estados de Estados Unidos por porcentaje de población sin religión es:[8][9] Un completo estudio del profesor Robert Putnam, de la Universidad de Harvard, encontró que los estadounidenses religiosos son tres a cuatro veces más propensos que sus contrapartes no religiosas a "trabajar en proyectos de la comunidad, pertenecen a las asociaciones de voluntarios, asistir a las reuniones públicas, votar en las elecciones locales, asistir a las manifestaciones de protesta y la política mítines, y donar tiempo y dinero a causas - incluyendo las seculares"[10][11] No obstante, el estudio encontró que las personas religiosas son menos tolerantes a la libertad de expresión y la disidencia que las personas[12] no religiosas.