Aboga por la completa separación Iglesia-Estado[1] realizando charlas en instituciones educativas, universidades, clubs y en los medios de comunicación.
Tanto Murray como Schempp retaron el mandato de orar en las escuelas públicas, negándose a hacerlo.
Ellen Johnson, activista asumió el control del American Atheist tras estas desapariciones.
Días después, la policía reveló que los tres habían sido secuestrados, robados y asesinados por un antiguo empleado de la asociación, David Waters.
El reportaje incluye información acerca del juicio llevado por American Atheists en nombre de la familia Smalkowski.
American Atheists ayudó a organizar la campaña contra la frase no hay ateos en las trincheras.