Irracionalismo
El término irracionalismo, designa genéricamente a las corrientes filosóficas que privilegian el ejercicio de la voluntad y la individualidad por encima de la comprensión racional del mundo objetivo.Como tal, no se aplica a una escuela específica sino que designa una tendencia general en el curso de la historia de la filosofía.Sin embargo, por antonomasia suele aplicarse el término a las distintas corrientes existencialistas y nietzscheanas que reaccionaron contra la hegemonía de la filosofía positivista y neokantiana en la primera mitad del siglo XX.Por este motivo, se prefiere a veces aplicar la denominación de vitalismo.Schopenhauer, por ejemplo, contrapone el principio de la voluntad ciega e irracional a los hechos objetivos, que no pueden modificar esta tendencia de los seres humanos[5]; Kierkegaard establece que la verdad está en la subjetividad que debe llevar al hombre a la responsabilidad de sus decisiones y, en un paso siguiente, a la trascendencia de su propio yo, a Dios y la conquista de la individualidad; Nietzsche cree en la voluntad de poder y en la imposibilidad de conocimiento, pues el mundo no tiene dirección objetiva; Bergson es el exponente más acabado del vitalismo irracionalista de comienzos del siglo XX, con su teoría del impulso vital y de la intuición como base de la actividad filosófica[6]; Unamuno, pensador asistemático, se opone al racionalismo y exalta "la fe por la fe misma" ante el escepticismo al que necesariamente conduce la razón.